10 datos
personales que jamás debes revelar en una entrevista de trabajo
Un segundo es suficiente para tener una primera impresión de una
persona, incluso sin haber hablado con ella. Un segundo que puede ser vital si
el encuentro tiene lugar en una entrevista de trabajo, donde cualquier
elemento, por pequeño que parezca, puede aupar a un entrevistado como el
candidato ideal o convertirlo en el primer descartado de la lista.
El maquillaje, el
vocabulario o la vestimenta que se emplean pueden ser decisivos, pero lo más
importante acaba siendo lo que se dice y cómo se dice. Por eso el candidato
siempre debe dominar el lenguaje verbal y no verbal, puntualiza Gina Aran,
profesora del máster de dirección y gestión de recursos humanos de la
Universitat Oberta de Catalunya, en su libro 'Comunicación persuasiva para la
entrevista de trabajo'.
Cuando nos ponemos
nerviosos, podemos empezar a ofrecer detalles sobre nuestra vida personal que
no tienen cabida en una conversación de negocios, al reclutador no le interesa
a qué partido político votamos, si acabamos de ser operados o si queremos tener
hijos.
Disponemos de pocos
minutos para que el seleccionador decida si somos aptos o no para el puesto,
por lo que no hay ofrecer información personal que después pueda jugar en
nuestra contra. Como recomendación, la revista 'Forbes' ha elaborado una lista
con 10 aspectos personales que nunca debes revelar durante la entrevista si no
quieres que te descarten.
Tu
situación financiera
No es el momento de
hablar de tu situación económica, ni mucho menos explicar que no estabas
conforme con tu anterior sueldo; eso tenías que haberlo comunicado en tu
anterior trabajo. A pesar de que la conversación te pueda llevar a explicarle
al entrevistador que no atraviesas un buen momento económico, nunca le
supliques por el puesto, eso te restará posibilidades.
Tu
relación sentimental
No tienes por qué
explicar si estás casada o eres separado, explícale tu trayectoria profesional
sin mencionar tu situación sentimental.
Ante la típica
pregunta “Hábleme de su vida personal” no debes mencionar tus relaciones, sino
charlar sobre tus aficiones o habilidades que puedan ser significativas para el
puesto al cual te postulas. Solo en el caso de que el trabajo implicara un
cambio de residencia la conversación sobre tu pareja podría tener cabida.
Problemas
legales
Si tu exmarido o
exmujer te ha puesto una demanda, si montaste una empresa y te fue mal y ahora
tienes varios juicios pendientes, al entrevistador no le interesa. Explicar que
tienes problemas con la justicia no es la mejor forma de ganarse la confianza
del reclutador.
Enfermedades
Si te operaron hace un
mes, sufriste una enfermedad hace dos años o padeces un problema de salud
crónico no tienes por qué explicarlo en una primera entrevista de trabajo, ya
encontrarás la mejor ocasión.
Planes
familiares
“¿Tiene pareja, hijos,
quiere formar una familia, está embarazada?” Si alguna vez te han formulado
estas preguntas debes saber que es ilegal. En España, la ley que regula lo que
se puede o no preguntar en una entrevista de selección es la denominada Ley de
Infracciones y Sanciones en el orden de lo social y, concretamente, su artículo
16, considera como infracción muy grave: “Solicitar datos de carácter personal
en los procesos de selección o establecer condiciones, mediante la publicidad,
difusión o por cualquier otro medio, que constituyan discriminaciones para el
acceso al empleo por motivos de sexo, origen -incluido el racial o étnico-,
edad, estado civil, discapacidad, religión o convicciones, opinión política,
orientación sexual, afiliación sindical, condición social y lengua dentro del
Estado.”
Sin embargo, es muy
probable que alguna vez hayas de someterte a un cuestionario de esta índole.
¿Cómo salir del paso? Si sientes que las preguntas vulneran tu intimidad o no
guardan relación alguna con el puesto, no tienes obligación de contestarlas,
pregunta cuál es el motivo por el que el entrevistador quiere conocer ese
aspecto concreto o qué relación guarda esa pregunta con las responsabilidades
del cargo.
Salidas
problemáticas de tu antiguo trabajo
Algunas de las
rupturas entre empresa y empleado pueden ser de lo más surrealistas, o incluso
dignas de inspirar una escena de una comedia. Sin embargo, no proceden en una
entrevista para un nuevo trabajo. Utiliza una respuesta aséptica como
“necesitaba un cambio” o “fue un acuerdo de ambas partes”, con eso será más que
suficiente.
Religión
Solo en el caso de que
la empresa forme parte de una tradición religiosa particular y únicamente
contrate miembros de esa religión podrás hablar de la religión que profesas, si
no, no es relevante que el entrevistador sepa si eres agnóstico, ateo o
creyente.
Postura
política
Irse por los cerros de
Úbeda en esta pregunta está permitido. Es más, evita como puedas contestar a
esta cuestión de forma explícita, tu respuesta puede ser un motivo de conflicto
si no es del agrado del reclutador, aunque no debería suceder, tanto si militas
como si eres afiliado a un partido político o no te interesa la política, no es
incumbencia de la empresa.
Compromisos
Seguramente te
preguntarán cuáles son tus aficiones fuera del trabajo, recuerda ser sincero,
pero no te muestres muy entusiasta con ellas, sobre todo si suenan como
actividades que requieren mucho tiempo y pueden consumir gran parte de tu
energía. Si tus compromisos fuera del trabajo se pueden gestionar y no entran
en conflicto con tu vida laboral puedes mencionarlos sin miedo.
Las
quejas sobre antiguos jefes
La lealtad de un
empleado es un requisito fundamental para las empresas, si criticas tu pasado laboral
o hablas mal de tus anteriores compañeros de trabajo estarás generando
desconfianza, ya que aducen que harás lo mismo cuando te vayas de la siguiente
empresa, o simplemente porque pueden sospechar que resultas una persona
conflictiva. Aunque tengas suficientes motivos para quejarte de tu anterior
superior, lo recomendable es no entrar en valoraciones de ningún tipo o mostrar
una opinión neutra.